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Buenas, en esta página iré poniendo los capítulos de mi historia según los vaya pasando al ordenador.
Espero que lo disfrutéis.
He de decir algo: los nombres fueron escogidos al azar, cualquier parecido con personas reales es pura coincidencia. También he de decir que he probado a poner lo que llevo con los diálogos y me pone los guiones como puntitos, así que ya sabéis, si veis puntitos, es un diálogo.


Capítulo 1: Las cuatro bestias y el hada. (El título es provisional)

En el año 2095, en una pequeña ciudad del norte de la provincia de Extremadura (España) llamada Plasencia nací yo, Juan Carlos, el protagonista de esta historia. Al mismo tiempo de mi nacimiento una empresa internacional hizo la primera de sus muy numerosas adquisiciones en Plasencia. Éstas adquisiciones eran, sobre todo, de terreno a las afueras de Plasencia.

En unos 10 años esta empresa llamada I.D.S.A se adueñó de una gran extensión de terreno y en la cual habían empezado ha construir edificios enormes. En 2105 mi padre trabajaba como jefe de obras en una importante empresa de construcción. Ésta fue absorbida por I.D.S.A y mi padre tuvo que trabajar con ellos.

Mi familia estaba formada por mi madre, Alicia, mi padre, Fernando, y mi hermana, Ana , que era tres años mayor que yo. Vivíamos en una zona cerca de la que controlaba I.D.S.A así que pude observar su crecimiento con todo detalle. En el mes de Julio de 2110 Fernando desapareció sin que hubiera pista alguna. Estuvo desaparecido todo el verano pero el día 1 de Septiembre apareció en casa. Estaba desmejorado,deshidratado, desnutrido, sucio, sin fuerzas y su ropa estaba destrozada. Una vez comió un poco, se duchó y se tranquilizó nos dijo que no nos preocupáramos, entonces bajé la mirada al suelo y me di cuenta de que en todo momento había estado sosteniendo una especie de bastón con forma de alfiler pero mucho mas grande,evidentemente. Aquella noche mi padre entró en mi habitación antes de irse a dormir y me dijo:
  • Guarda esto muy bien, te hará falta.
Y me dio aquel extraño bastón. En el momento en el que lo toqué noté en él una extraña fuerza que sacudió todo mi cuerpo, lo guardé en el fondo de mi armario, detrás de unas mantas y un par de cajas. Pasaron 13 días desde esto y en el día 14 de Septiembre tenía la presentación en el instituto. Todos los amigos que tenía en el instituto estaban varios cursos atrás, yo estaba en cuarto de E.S.O y ellos en segundo, Jacinto, y tercero, José ,así que estaba solo en clase. No obstante, los compañeros que iba a tener este curso parecían buenas personas, o quizá los juzgue demasiado pronto.

En las presentaciones del instituto Gabriel y Galán siempre nombraban el grupo de clase y luego a las personas que estarían en él y se van con el o la tutora al aula que tuvieran asignada, pero este año no nombraron a los del grupo cuarto A, que era en el que estaba yo, porque nuestra tutora y profesora de Inglés estaba de baja. Así que no fuimos a nuestra aula pero sí nos dijeron cual era, era la 221, y los profesores que íbamos a tener. Después de ésto nos fuimos cada uno por su lado. Lo que me quedó de esa mañana lo pasé mirando cosas en Internet y preparando las cosas para el día 16 de septiembre que era cuando empezaba de verdad el instituto.

El día 16 de septiembre por la mañana me desperté a las 7 y 20 escuchando la canción ''KISS TWICE, KISS ME DEADLY'' del grupo Alice Nine. Después de desayunar y hacer lo que se hace normalmente antes de ir al instituto, a las 8 y 10, mi padre me llevó al instituto. El primer día de curso nunca hacemos nada así que aquel fue un día aburridísimo ya que en varias de las clases no tuvimos profesor y estuvimos solos en clase. A la hora de salida y cuando José, Jacinto y yo salíamos por la puerta del instituto sonó como un gran estruendo seguido de un viento embravecido que sacudía los árboles que había en la acera como si fueran palillos de madera, nos estremecimos por la violencia del viento y el estruendo. Entonces nuestros nos caminos se separaron ya que cada uno vivía en un sitio diferente. Me dirigí hacia el lugar donde normalmente esperábamos mi hermana y su novio, Alex, a que Fernando viniera a recogernos, aunque este año no estaban ya que ambos se habían ido a estudiar a la universidad de Córdoba, mi padre tardo en venir y yo estaba aburrido así que me fui un rato andando pero a mitad de camino me recogió.

Durante el viaje a casa parecía un poco preocupado por algo aunque no se lo pregunte porque pensé que le molestaría que le preguntaran de algo de lo que parecía que no quería hablar. Pero al llegar a casa y justo después de parar el coche me dijo:
-El mundo te necesita.
-¿Qué?-no entendí del todo lo que dijo porque lo dijo a un bajo volumen.
-No, no es nada.
Que extraño ¿verdad? En fin que te digan que el mundo te necesita no es muy común. De la cochera donde dejaba el coche mi padre hasta nuestra casa había un buen trecho y durante el tiempo en el que lo recorrimos estuvimos muy callados como si no nos atreviéramos a decir nada. Al llegar a casa la comida estaba en la mesa y mi madre estaba esperando a que llegáramos. Aquel día teníamos pasta con tomate frito para comer, éste era uno de mis platos preferidos, al terminar de comer me fui a mi habitación ha hacer los deberes y mirar mi correo. Cuando llegué vi por la ventana que la parte en la que estaba I.D.S.A estaba brillando. Instintivamente busqué en Internet una página web de esta empresa pero mi esfuerzo fue en vano cuando observé que el numero de resultados que daba el buscador web era cero.

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El sábado de la semana anterior a que yo empezara el instituto, Ana , se fue a Córdoba a estudiar en la universidad. Alex iba con ella porque el era originario de Córdoba y ambos iban a estudiar Filología hispánica e iban a vivir en un piso que era de su abuela pero que ya no utilizaba. Así que mi padre y yo les llevamos al piso y también les llevamos sus cosas. Cuando llegamos a nuestro destino fuimos a un puesto de comida rápida para comer algo después del largo viaje desde Plasencia hasta Córdoba. Ana y Alex empezaban la universidad el día 22 de septiembre. Al terminar de dejar las cosas de Alex y Ana en el piso, mi padre y yo, fuimos a un centro comercial para mirar los ordenadores portátiles y los móviles. Después de comprar un móvil para mi padre nos fuimos a Plasencia ,otras horas más de viaje.

Mi hermana Ana disfrutó mucho de su estancia en Córdoba mientras no tenía clases en la universidad pero cuando empezaron las clases fue otra cosa. El estrés de los estudios y los trabajos y todo lo que tenía que hacer la agobiaba mucho ,y eso nos lo dijo ya el primer día,Ana nos llamaba todos los días para contarnos lo que le había pasado durante el día y que tal estaba, ese día también nos dijo que le había llegado un paquete por correo que contenía un colgante en una caja en la que que ponía Rei-kan y un frasco con polvo brillante en el que ponía Cemsit. Ana nos dijo que estaba un poco confusa porque cuando abrió la caja su corazón le dijo que se tenía que poner ese colgante. Además también nos dijo que Alex intentó abrir el frasco sin éxito.

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El lunes 20 de Septiembre era cuando empezaba las clases en serio. Ese día a primera tenía Lengua y después Inglés, después de dar estas clases teníamos que ir al recreo. En el recreo como siempre me encontraba con José y Jacinto:
  • Buenos días, Carlos - me saludó José.
  • Hola
  • Buenas – dijo Jacinto mientras venía- ¿Que tal?.
  • Bastante bien – respondió José.
  • Bien – respondí - ¿sabéis que I.D.S.A tiene a mi padre trabajando en sus oficinas?.
  • ¿Tu padre también? - dijo José - mi padre lleva trabajando allí desde que empezó el verano, y encima desapareció hasta el día 1 de este mes.
  • Mi padre también – dijo Jacinto.
  • Así que nuestros padres trabajan en I.D.S.A durante el verano y desaparecen hasta el 1 de Septiembre. Esto es raro. Deberíamos ir a ver lo que pasa allí – propuse.
  • Está bien – respondieron José y Jacinto – iremos a ver.
  • ¿Esta tarde a las 6 en la entrada del instituto?
  • De acuerdo – dijo José.
  • Por supuesto, esto no me lo pierdo - Jacinto siempre quería ver como la liábamos y esta vez iba a ser legendario.
Pues estaba decidido, aquella tarde iríamos a I.D.S.A a ver que pasaba allí.

A las 6 de aquella legendaria tarde nos reunimos el grupo entero en la entrada del instituto y tras un saludo general y una revisión de todas las cosas que a lo mejor íbamos a necesitar y que al menos llevábamos una de cada nos dispusimos a salir hacia una importante misión: infiltrarse en I.D.S.A para saber que ocurre allí. Al llegar a la entrada del terreno perteneciente a I.D.S.A nos topamos con una enorme en forma de arco, a través de él se podía ver la calle desierta y los edificios abandonados, el aspecto era fantasmagórico. Antes de entrar José, Jacinto y yo elaboramos un complicado e intrincado plan de actuación. Después de elaborar dicho plan fuimos entrando iríamos entrando uno por uno, yo fui el primero, lo que vi al entrar no se correspondía en absoluto con lo que vimos desde fuera.
La vista del interior era muy futurista y destacaba, sobre todo, que las calles y los edificios estaban pintados con un violeta suave que transmitía tranquilidad. Salí de allí deprisa porque vi que un hombre me había visto y parecía que había avisado a más gente de nuestra presencia, al salir le dije a Jacinto y a José que se escondieran mientras me deslizaba entre los matorrales de un parque cercano. Al poco tiempo salieron de allí dos tipos vestidos con unas ropas muy extrañas (casi como astronautas) y apuntando hacia todos lados con unas armas raras y con un líquido brillante en su interior. Después de estar un rato más haciendo lo mismo los dos tipos volvieron por donde salieron, entonces nos volvimos a reunir para tener una pequeña reunión y elaborar otro complicado e intrincado plan de actuación. Después de unos minutos hablando y decidiendo que hacer conseguimos elaborar el plan que nos llevaría a hacer lo siguiente, Jacinto entró por el arco y fue a buscar un escondite en el que pudiéramos pasar desapercibidos, él fue el elegido para tan ardua tarea porque era el más rápido y ágil de los tres, al cabo de unos minutos salió por el arco y fue a nuestro encuentro, según el plan después de que Jacinto saliera yo debía ir con el hasta el escondite ya que si íbamos por parejas era más difícil que nos vieran, entramos por el arco y nos fuimos hacia unos edificios que estaban a nuestra izquierda, éstos estaban muy cerca y no parecía que alguien los vigilara lo que los hacía un buen escondite. Jacinto fue a por José y cuando estuvimos todos intentamos descubrir dónde podríamos encontrar las respuestas que buscábamos, entonces, vimos un edificio semiesférico que era de un color violeta más oscuro que todo lo que había en los alrededores por lo que dedujimos que debía ser un edificio importante, vimos que la entrada que había en la parte que podíamos ver estaba vigilada por dos vigilantes. Decidimos que Jacinto fuera a ver si en la parte trasera había alguna puerta. Después de que se fuera José y yo estuvimos planeando la ultima parte del plan, que sería escaparse de allí, y también un plan de emergencia para situaciones en las que no encontremos a uno de nosotros, y decidimos que si así fuera los otros tendrían que irse a una tienda de cómics que frecuentábamos y esperar allí. Jacinto regresó cuando ultimamos los detalles del plan de emergencia, Jacinto nos llevó hasta la entrada que había encontrado, la zona era segura, no había nadie vigilando y la puerta parecía muy simple, pero nos equivocamos, la puerta a la que llamamos ''X'' como las incógnitas en las ecuaciones, porque no sabíamos como abrir X, ya que no tenía ni cerradura ni un tirador o un pomo, entonces revisamos lo que llevábamos en las mochilas, entre esas cosas figuraban una palanca y una navaja, con esto podríamos entrar, la palanca era de Jacinto y la navaja de José y yo participaría aportando mi fuerza para forzar X, introduje la palanca y empecé hacer fuerza, por supuesto no pude abrirla, introduje la navaja para hacer mas fuerza, gracias a esto pude introducir más la palanca, saqué la navaja y se la devolví a José, entonces, Jacinto le dio un tremendo golpe a la puerta, gracias a ello pudimos abrir X que se desplomó en frente de nosotros, dejándonos ver un largo pasillo en el que, al final, había una nueva puerta, nos pareció que nadie se percató de la caída de X porque nadie fue hacia donde estábamos. Corrimos hacia el final del pasillo, que estaba vacío, puede que fuera una salida de emergencia, llegamos a la puerta, esta si que era una puerta normal y corriente,la abrimos un poco para ver lo que había detrás de ella, tan solo había una enorme sala redonda con una especie de arco en medio, muchas máquinas y ordenadores y muchos científicos al rededor. Abrimos la puerta despacio, entramos en la sala y nos escondimos en un pasillo cercano. Íbamos a seguir recorriendo ese pasillo hasta ver a donde llevaba pero yo me detuve al oír a un hombre decir ''Tenemos problemas con el transporte interdimensional'', me dirigí hacia unas cajas apiladas cerca de la sala para escuchar lo que decían:
      • El problema del TID es la alimentación, necesita gran cantidad de energía eléctrica, ¡Y este maldito pueblo no nos da la suficiente! - dijo uno de los científicos levantando los brazos con unos documentos en una de la manos, a continuación los tiró enfadado y ordenó a otro de los científicos que los recogiera.
      • Con todo el respeto señor – dijo el científico que iba a recoger los documentos mientras lo hacía – el primer ensayo es dentro de poco,¿Cómo piensa conseguir la energía?
      • Bien te lo diré sin rodeos, eso a ti no te incumbe – le quitó los documentos al otro científico de las manos y se fue.
La energía no era suficiente para poner en marcha el transportador interdimensional. Me dio un poco igual el problema que tenían con el TID, seguí esperando allí, Jacinto y José ya se habían ido, me había quedado solo y no había forma de saber donde estaban. Estuve un buen rato esperando y mirando como daban a una tecla y luego miraban el arco una y otra y otra y otra vez, hasta que volvió a entrar el científico tirapapeles de antes, esta vez estaba sonriente y aparentemente optimista, se puso en uno de los ordenadores y empezó a teclear, en ese momento, uno de los científicos vino hacia donde yo estaba, me entró el pánico y me escondí en una de las cajas, dentro de a caja se oían los pasos de aquel hombre y podía ver, por un agujero en la tapa, como se acercaba, sus pasos se detuvieron delante de mi escondite provisional, durante unos cinco segundos contuve la respiración por el pánico, pero tuve que volver a respirar cuando noté que la caja se movía bruscamente, miré por el agujero, vi que me estaban llevando por la sala circular, de repente, el movimiento cesó y pude sentir como el fondo de la caja pegaba de nuevo con el suelo, pude ver que estaba debajo del arco, y oía como tecleaban sin parar, entonces una última tecla fue apretada, comenzó a sonar un ruido de aire saliendo, luego pude oír como algo se movía, miré por el agujero, aunque al principio no quise, y vi que una parte del arco se separaba, se estaba moviendo circularmente, cuando paró se podía apreciar que el arco ahora tenía forma de cruz, de repente empezó a salir una luz blanca e intensa del punto en el que se cortaban las dos partes del arco, el punto de luz se fue agrandando más y más, expandiéndose por todo el espacio que ocupaba el arco, una vez la luz se expandió del todo tapé el agujero de la caja con las manos y cerré los ojos, porque la luz era cegadora, entonces una extraña fuerza sacudió todo mi cuerpo, durante unos 10 segundos esa sensación estuvo presente en mi, cuando paró dejé caer mis brazos hasta el fondo de la caja por que soportar esa fuerza me había dejado agotado .Cuando me repuse abrí la tapa de la caja, el exterior estaba muy iluminado, tuve que taparme de nuevo los ojos, cuando se me costumbraron los ojos a esta cantidad de luz de este nuevo paisaje destapé mis ojos y lo contemplé.

El entorno había cambiado notablemente, antes estaba en una sala dentro de un edificio violeta y ahora estaba en un poblado en medio de la jungla. El poblado parecía desierto, no había nadie fuera de las casas, pero pude apreciar el movimiento dentro de éstas. Las casas estaban situadas en circulo, y en el centro había un circulo de piedras para encender allí hogueras, fui hacia allí, cuando llegué oí como una puerta se habría, y luego se cerró bruscamente, sentí pasos acercándose por detrás, me di la vuelta, vi que dos hombres venían hacia mi, me asusté y corrí en dirección contraria, pero no pude llegar muy lejos porque gran cantidad de personas me habían rodeado sin que yo me enterase, miré hacia todos los lados pero no podía escapar, entonces sentí que se habían apartado un par de personas detrás de mi, me di la vuelta otra vez y observé que un anciano venía hacia mi, no parecía que viniese a nada malo, respiré aliviado, empezó a hablar en un idioma extraño, y uno de los hombres más jóvenes empezó a traducir lo que decía:

    • En nuestro pueblo existe una leyenda que dice así:
''En el comienzo de los tiempos reinaba el caos en este mundo, las criaturas más poderosas destruían la superficie de nuestro mundo, entonces cinco criaturas, envueltas en una luz blanca y hermosa, descendieron del cielo, con cada una de ellas estaba un guerrero dirigiéndolos, estas criaturas, con ayuda de los guerreros, vencieron a las malvadas criaturas e implantaron la paz en el mundo, después de tal hazaña las gloriosas criaturas ascendieron hasta más allá del cielo mientras los guerreros se quedaban en tierra cuidando del mundo.
    • Y eso ¿qué quiere decir?- interrumpí.
    • Esta es la única leyenda en la que nuestro pueblo cree, porque uno de los guerreros estuvo aquí.
    • Y ¿Qué tiene que ver conmigo?
    • Todo a su debido tiempo – giró la cabeza- continúe, por favor.
''Hace relativamente poco, esa luz volvió, pero de ella salieron criaturas de piel fría y dura en cuyo interior se ocultaban personas armadas, éstos empezaron a destruir nuestros bosques y poblados, el caos había vuelto y parecía que esta vez nuestros salvadores no acudirían en nuestra ayuda, en su lugar, de los cinco lugares en los que descansaban los guerreros surgieron cinco objetos sagrados: un huevo de dragón, una pluma de griffo, polvo de unicornio, un colgante de hada y veneno de hydra. Estos objetos despertarán a las bestias cuando se encuentres con los nuevos guerreros, dos de éstos ya han viajado al ''otro lado'', pero tres de ellos todavía siguen aquí.''
En el momento en el que dijo esto último, tres haces de luz aparecieron en la lejanía le hicieron callar, se dirigían hacia nosotros, tras unos momentos de duda siguió hablando:
  • Aquí están los tres objetos restantes, te han elegido a ti para que los guíes al otro lado, te cedo esta gran responsabilidad sabiendo que puedo confiar en ti.
La luz que me llevó a aquel sitio volvió a aparecer:
  • Asegúrate de que los objetos lleguen a su destino.
Tras esto, me introduje de nuevo en la caja, mientras cerraba la tapa, guardé mis nuevas posesiones en mi mochila. La extraña fuerza volvió a azotar mi cuerpo, esta vez era algo más débil, al cesar ésta, sentí que levantaban la caja y la movían, miré por el agujero, en efecto, la estaban devolviendo a su lugar, esperé un tiempo por seguridad después de que volvieran a dejar la caja en su sitio y salí de ella, nadie se percató de ello, por lo que pude salir con facilidad.

Al estar a una distancia prudencial de I.D.S.A dejé de correr, y fui andando hasta la tienda de cómics, allí estaba Mary, la dependienta y copropietaria, me saludó efusivamente diciéndome que ya había llegado el cómic que pedí, este cómic era un tomo recopilatorio de varios cómics, era una versión antigua, por lo que fue aun más difícil conseguirlo, el tomo me costó un ojo de la cara, pero estaba en perfecto estado, mientras observaba la tapa del tomo entraron en la tienda Jacinto y José, jadeando y empapados en sudor, giré la cabeza y dije:
    • A buenas horas mangas verdes- era una expresión que siempre utilizaba mi abuelo, pero no sabía muy bien que significaba.
    • No nos metas prisa, que venimos corriendo desde el otro extremo de la ciudad- dijo José, mientras, Jacinto asentía con la cabeza.
    • Bueno, hoy ya no nos queda tiempo para hablar de lo que ha pasado así que tendremos que irnos, y ya hablaremos mañana- concluí.

Al día siguiente me desperté con desgana, antes de desayunar me duché, para despejarme y porque no me duché el día anterior. Aunque aun era muy pronto me preparé para salir, desayuné y cuando llegó la hora de ir al instituto cogí la mochila y me fui tras mi padre, que ya iba hacia el garaje. En la mochila llevaba los objetos que me dio el anciano, por ello, pesaba mas de lo habitual, ya en el garaje, abrí la puerta para salir y me monté en el coche tras cerrarla de nuevo, tuve mucho cuidado con la mochila ya que podrían haberse roto el frasco o el huevo. Ese día a primera y a segunda hora estuve en las nubes, apenas atendí. Después tendría los 15 minutos del recreo para hablar con Jacinto y José, o eso pensaba. Jacinto sí vino, pero José tuvo que quedarse en clase porque sus compañeros habían hecho algo malo en clase. Para no tener que repetirlo, Jacinto y yo decidimos que quedaríamos por la tarde en el parque que, por aquel entonces, estaba al lado de mi instituto, ya que tendría que quedarme en clase en el segundo recreo.

Ya por la tarde, nos reunimos los tres, llevé los artículos que conseguí el día anterior, sentía como si estuvieran despidiendo energía, y mientras Jacinto y José se acercaban, esa sensación aumentaba.
Cuando llegaron, la sensación cesó. Sin embargo, esa energía fue sustituida por un leve movimiento. Comencé a contarles lo que pasó el día anterior cuando me quedé solo, al llegar al punto en el que salía de I.D.S.A, me pidieron que les enseñara los objetos. Lo hice, algo en mi interior me guió para que a José le diera la pluma y a Jacinto el frasco con el veneno, luego cogí el huevo, los objetos empezaron a brillar, era una luz blanca cegadora, sin embargo, ahí quedó, no sabemos todavía el por qué, pero las bestias que se describían no despertaron, aunque faltaba poco, algo les impedía volver, pero su regreso sería a la vez ansiado y glorioso.


El colgante que había recibido unos días antes, empezó a brillar.
Había ido con unos amigos a un restaurante, en ese instante estaba en el servicio, lavándome las manos, cuando ocurrió. Además de la luz cegadora, percibía una sensación punzante en el pecho que, al final, resultaba agradable, como un cálido y diminuto abrazo, algo en mi mente me dijo que algo se acercaba, un acontecimiento que cambiaría mi vida. Me dispuse a volver con Alex y nuestros amigos, cuando oí una voz que venía de detrás de la puerta, esa voz me recordaba a la de mi padre. Pero era imposible, él estaba en Plasencia con mi hermano y mi madre. La voz insistió:
    • Ana, sal tenemos que hablar- de pronto, su voz se volvió mas clara y parecida a la de mi padre.
Salí y vi a quien esperaba ver, mis sentidos no me traicionaron, era él, mi amado padre.
Nos dimos un tierno y eterno abrazo, todavía recuerdo con mucha claridad que aunque en realidad mi reloj solo avanzó un minuto escaso, me pareció que el abrazo duraba años, siempre con ese sentimiento de calidez y de nostalgia de cuando te reencuentras con un ser querido.
No pensé en el por qué de su visita, solo me importaba que estaba allí, conmigo. Oí un murmullo a mi lado, pero no hice caso alguno. Por fin, nuestro abrazo llegó a su fin, cuando sentí que sus brazos me apartaban de él. Aquella realidad alternativa en la que yo estaría por siempre con mi padre, se desvaneció sin remedio, dejándome en el restaurante, sollozando y con un mensaje grabado en mi mente, aunque no recordaba haberlo escuchado, y mirando el espacio donde, hacía un segundo, había estado mi padre y donde ahora solo se distinguían las huellas de las húmedas suelas de sus zapatos.


Aquella noche, Ana actuaba de forma extraña, dijo que vio a su padre, pero en realidad se desmayó en el servicio. Nos fuimos de allí sin terminar de cenar, creíamos que Ana necesitaba descansar, y nosotros también.
Al llegar, vi que faltaba algo en nuestro escritorio, el frasco que recibí unos días antes no estaba, pero era más urgente cuidar de Ana que buscarlo.
Me costó conciliar el sueño, ella sollozaba mientras dormía y me despertaba, pero al final dejó de hacerlo, y pude dormir.

Eran las diez de la mañana cuando sentí que algo se movía, iba de un lado a otro con gran sigilo y de forma apresurad. Pensé que podían ser ladrones, que buscaban algo de valor. Busqué todo el coraje que tenía hasta reunir el suficiente como para salir de la cama y ver qué era lo que pasaba.
Los pasos cruzaron por delante de la puerta cerrada. Esperé hasta que se alejaron para salir, una vez se detuvieron en el salón, intenté abrir la puerta, que me delató y mostró mis intenciones con un sonoro y profundo chirrido. Los pasos volvieron, y una figura de mujer apareció en el pasillo, me calmé un poco al pensar que podía ser Ana, ya que no estaba seguro de haberla visto en la cama. Continuaba acercándose a mi paso a paso, siendo cada uno más apresurado que el anterior, la figura se hacía más reconocible con cada centímetro que avanzaba y, mientras venía hacia mi, gritó: ''¡Alex!¿Dónde está Cemsit?''. No sabía a quien se refería, pero pude reconocer su voz, definitivamente era Ana.